Si nos has leído en alguna ocasión, sin duda ya sabrás de sobra que somos los primeros que señalamos que todos los tipos de cuerpo son totalmente válidos. Y es que detestamos esa creencia errónea de que solo aquella que tiene un busto tipo reloj de arena puede sacarse partido. Es más, somos firmes defensores de que la moda está hecha para todas las figuras, ¡solo hay que saber elegir la prenda que mejor encaje contigo! Si estabas buscando el vestido perfecto para tu figura, hoy te traemos la guía definitiva. ¡Sigue leyendo!

Cuerpo manzana

Si tienes un cuerpo de manzana, puede que en más de una ocasión te hayas planteado cuál es el vestido que mejor encaja contigo. Este tipo de cuerpo tiene el volumen muy repartido en la zona central del abdomen, sin mucha cintura y con unas piernas más delgadas que el torso. Además, suelen ser tipos de cuerpo que se caracterizan por tener un buen escote, ¡algo a lo que podrás sacarle mucho partido en el caso de los vestidos!

En este caso, ¿qué recomendamos? Pues apostar, sobre todo, por vestidos de corte imperio, porque ayuda a llamar la atención sobre las partes más delgadas de tu cuerpo. Es decir, justo la zona de debajo del pecho. Esto ayuda a disimular la zona del abdomen, y a marcar más las curvas de tu escote. Junto a esto, los escotes en V o en U, los que alargan mucho el cuello, son todo un acierto. ¡Y lo mismo sucede con las telas fluidas!

  • Recomendamos: vestidos con corte imperio, con escotes en forma de V o de U y con telas fluidas, que caigan y den algo de vuelo.
  • No recomendamos: los vestidos ajustados en la zona del abdomen pueden ser un error si buscas no acentuar la forma de manzana. Lo mismo sucede con los cinturones excesivamente anchos en la cintura, que acabarían por remarcar en exceso esta zona.

Cuerpo rectángulo

Los cuerpos con forma de rectángulo son de lo más comunes, sobre todo en personas que son delgadas. Y es que hablamos de figuras rectas, con los hombros, la cintura y las caderas más o menos en la misma línea. Es cierto que no es tan drástico, puesto que siempre se tienen algunas curvas, pero hablamos de un cuerpo mucho menos curvilíneo que en los otros ejemplos.

En este caso, los vestidos que pueden ser un acierto son los que tienen más volumen en la parte inferior, a partir de la cintura. Y es que esto dará algo de juego a que se creen una especie de curvas aparentes. 

También pueden ser un acierto los vestidos con cinturones, que crean una cintura mucho más definida y dan algo de forma a tu cuerpo. Lo mismo sucede con los que tienen vuelo o detalles en la parte de la cadera, que hace que dé la sensación de tener muchas más curvas. En cuanto a los escotes, ¡son un rotundo sí!

  • Recomendamos: vestidos ajustados en la parte superior, con vuelo en la zona de las caderas y más volumen a partir de la cintura.
  • No recomendamos: vestidos rectos, sin forma, que mantengan esa sensación de no tener ningún tipo de curva. 

Cuerpo reloj de arena

La figura de reloj de arena es una de las más envidiadas, especialmente por la armonía que hay entre las caderas, la cintura y los hombros de la persona. Se ha considerado durante mucho tiempo el cuerpo a conseguir por parte de las mujeres, puesto que se asocia con el ideal de feminidad y belleza. Pero eso no implica que todos los vestidos le queden automáticamente bien, porque nada más lejos de la realidad. Es más, los vestidos rectos son un error rotundo, puesto que dan la sensación de estar ante un cuerpo con figura rectangular.

Si tienes un cuerpo reloj de arena, cualquier vestido que se entalle a tu figura y marque tu cintura, acentuando así tus curvas naturales, será un éxito. Apuesta por faldas de vuelo y por partes de arriba algo más ajustadas, pero sin llegar a ser una segunda piel. 

  • Recomendamos: vestidos con vuelo en la parte inferior, pero entallados en la parte superior. 
  • No recomendamos: vestidos rectos o con corte de tubo. Además, no son nada recomendables las prendas que, en general, eviten mostrar tu figura, la oculten o la desdibujen. 

Cuerpo triángulo

Pasamos ahora a otro cuerpo menos conocido, pese a ser de lo más común: el cuerpo de triángulo. En este caso, hablamos de unos hombros que son ligeramente más estrechos que las caderas pero que, aun así, tienen una cintura más delgada que las caderas. Es fácil encontrar a mujeres con este tipo de cuerpo, y que acumulan algo más de carne en la parte de las piernas. 

En este caso, lo mejor es apostar siempre por vestidos que tengan algo de volumen en la parte superior, o que cuenten con detalles que llamen la atención. Además, te puedes ayudar de faldas con vuelo o acampanadas, que aportan algo de equilibrio al no destacar en exceso las curvas inferiores. 

  • Recomendamos: en este caso, lo mejor es un vestido con escote en V, que destaque y alargue el cuello. Junto a esto, aquellas prendas que incorporan detalles en la parte de arriba o que tienen algo de volumen en la parte inferior, son todo un acierto.
  • No recomendamos: los vestidos excesivamente ajustados en la zona de las caderas, que pueden conseguir el efecto de sentir que estas son más anchas.

Lo realmente importante a la hora de encontrar el vestido perfecto no es tener un tipo de cuerpo u otro, sino encontrar justo la prenda que más se adecúa a ti. Es decir, tener en cuenta cuál es tu figura, cuáles son tus puntos fuertes ¡y explotarlos al máximo! Porque solo así conseguirás sentirte realmente cómoda en tu piel, y realzar tu belleza. Prueba, experimenta y busca un vestido acorde a tus curvas, y no volverás a sentirte insegura en esas ocasiones especiales.

 

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