Pese a que pueda parecer una obviedad, pareciera que hay ocasiones en las que olvidamos que hay tipos de cuerpo muy dispares entre sí. No todas encajamos en el mismo canon, en el mismo somatotipo y, por tanto, no a todas nos favorecen las mismas prendas. El escoger entre un tipo de vestido u otro, por ejemplo, va a depender mucho de dónde tenga tu cuerpo el volumen. Por ejemplo, si este es en la zona de las caderas, quizá quieras disimularlo con un poco de vuelo… ¡O potenciarlo con un vestido entallado!
Lo primero que debes saber es qué tipo de cuerpo tienes y, en base a eso, llenar tu armario de ropa que realmente te favorezca. Aunque te pueda parecer complejo, rápidamente vas a ver que es más fácil de lo que parece. Eso sí: es imprescindible echar un vistazo a tu figura, y descubrir qué tipo de cuerpo encaja más con el tuyo:
- Manzana u ovalado: en este caso, notarás que todo el volumen de tu cuerpo se acumula en la zona central. Tu cintura apenas se marca, y el tronco es bastante recto; además, tanto los hombros como las caderas tienen más o menos el mismo ancho.
- Rectángulo: cuando hablamos de una silueta con forma de rectángulo, nos referimos a un cuerpo donde no hay ninguna diferencia de volumen. No se marca en exceso la cintura, ni tiene un busto especialmente grande.
- Reloj de arena: es fácil vislumbrar este tipo de figura, puesto que se caracteriza por tener unos hombros y un busto totalmente armonizados con el volumen de la cadera. Además, la cintura se marca mucho, creando así esa figura de reloj de arena que le da nombre.
- Triángulo o pera: su propio nombre nos da una idea de lo que más o menos podemos encontrarnos en este tipo de cuerpo. Los hombros y la zona del busto son más estrechos, pero tiene tanto unas caderas como unos muslos más gruesos.
- Triángulo invertido: es justo lo contrario que el tipo de cuerpo que acabamos de mencionar. En lugar de tener todo el volumen en la parte inferior del cuerpo, se caracteriza por tener unas piernas mucho más delgadas que los hombros o la espalda.
Tu cuerpo no tiene por qué encajar de forma perfecta con uno de estos tipos de cuerpo, aunque sí que es habitual que se parezca más o menos a uno de ellos. La clave para descubrir con cuál encaja mejor es tomarte las medidas, puesto que así podrás ver de forma fehaciente dónde acumula más volumen tu cuerpo. Y, tras esta breve clase magistral sobre tipos de cuerpo, ¡vamos a ver cómo vestir cada uno de ellos!
